LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

Infiernos, (3073m, 3082m y 3076m). (14 de Julio de 2002)

Larguísima vuelta al macizo de los Infiernos subiendo desde el Balneario de Panticosa por la GR-11 pasando por ibones de Bachimaña y Azules hasta las tres cimas de Infiernos y bajando por los ibones de Pondiellos hasta el Balneario de nuevo. Recorrido circular variado, aéreo y sobre todo muy largo pero del todo recomendable si se está en forma. 

Ascensiones realizadas con Ramón.

Croquis del recorrido realizado.


DESCRIPCIÓN:

Salimos Ramón y yo a eso de las 8 de la mañana desde el aparcamiento del Balneario de Panticosa dispuestos para el largo camino que nos esperaba. Nos dirigimos hacia el refugio de Casa de Piedra para coger cerca las marcas del GR-11 que no dejaremos hasta muy arriba ya, en el collado de Infiernos. La mañana es fresca todavía, vamos progresando al lado del torrente del Caldarés, que baja impetuoso por esta zona dejándonos ver varias cascadas que amenizan el camino. Al poco tiempo el camino comienza a empinarse para superar la denominada cuesta/costera del fraile que nos dejará al lado del ibón de Bachimaña bajo. Es en este momento cuando nos comienza a dar el sol y ya no nos dejará en todo el día. Rodeando este ibón llegamos al ibón de Bachimaña alto, gran ibón que dejaremos todo el rato a nuestra derecha según avanzamos por la senda GR-11 en dirección a nuestro siguiente punto de referencia, los Ibones Azules. A estos llegamos una media hora después de los bachimañas; bonito conjunto de ibones enmarcados en un gran lugar de aspecto espectacular pues están rodeados de picos como los propios Infiernos, Arnales, Piedrafita, etc.

Ya vemos la marmolera de los Infiernos desde los Ibones Azules.

Tomamos fuerzas para lo que nos queda, que no es poco, enfilamos entonces el camino pedregoso que nos lleva desde los ibones Azules al collado de Infiernos, se salvan cerca de trescientos metros en poco terreno lo cual nos da una idea de la dureza de esta parte. Cuando llegamos por fin al collado de Infiernos, a 2721m vemos un paisaje impresionante, el coqueto ibón de Tebarray al lado del pico del mismo nombre es una maravilla, como todo lo que nos rodea. Aquí charlamos con unos tipos que tomaban algo para reponer fuerzas, uno de ellos iba a subir también a los Infiernos, así que decidimos juntarnos los tres y afrontar mejor la subida. En este punto nos olvidamos de las marcas del GR-11 pues estas van hacia el circo de Piedrafita.

Ahora pues nos dirigimos hacia la izquierda del collado, tomando altura por piedra descompuesta pero con trazas de senda que nos lleva a la otra cara del macizo y va a parar a la parte de los ibones de Pondiellos; vemos el Garmo Negro, el Algás y los propios ibones.

Ibones de Pondiellos y Garmo Negro, Algás, etc.

Ahora comienza la parte más divertida y en este caso también más complicada pues se empieza a tomar altura por el costado de la montaña pasando por la famosa marmolera. La sensación es impresionante, un resbalón aquí sería fatal, pero mejor ni pensarlo, solo pensamos en poner los pies en sitios seguros e ir progresando siguiendo algún solitario mojón que nos da pistas de por donde ir. He de decir que el otro montañero con el que nos juntamos, y que era de Bilbao..., ayudó mucho a que todo fuera bien y siguiéramos correctamente el camino a la cima. En algún momento hay que poner algo las manos pero sin demasiada dificultad se va consiguiendo poco a poco ganar la altura de su primera cima, la cima del Infierno Occidental o norte. Contentos empezamos a hacer fotos divisando todo nuestro alrededor y la siguiente cima, el Infierno Central al que se accede siguiendo la cresta que une ambas cimas, blanca, bonita, aérea, impresionante vaya! 
 
La marmolera uniendo las cimas del Infierno Occidental y el Central.

Desde la cima del Infierno Occidental recorremos la aérea cresta que los separa, es amplia pero la sensación de altura es indescriptible. Además el color blanquecino la hace más extraña todavía. En unos minutos estamos en la cima del pico de Infierno Central.

En la cima del Infierno Central (3082m).

Para llegar al Infierno Oriental, debemos bajar unos pocos metros hasta un collado entre los dos picos y seguidamente subir los metros que nos separan de esta última cumbre, o primera según por dónde se suba, del macizo de los Infiernos. La vista es espectacular, vemos abajo los ibones Azules a un lado, los Pondiellos al otro, el pico Arnales muy cerca y más lejos gran parte del Pirineo.

Cima del Infierno Oriental visto desde el Central.
Después de extasiarnos con las vistas llega la hora de bajar. Para ello descendemos al collado entre estas dos cimas, Central y Oriental, y bajamos con cuidado pues aquí la pendiente es muy fuerte, en ocasiones debemos poner el culo por seguridad sobre alguna piedra y descender poco a poco hasta el llano de los ibones de Pondiellos. Ahora buscamos el collado de Pondiellos por una senda que rodea esta especie de circo; cuando llegamos a él aún resta bajar mucho desnivel hasta el Balneario, una paliza que con el tiempo se ve de otra manera pero cuando toca hacerla maldices todo, sobre todo si tu rodilla dice que no puede. Así que despacio, con calma, pues el día da muchas horas conseguimos ir descendiendo el largo camino hasta el Balneario. Las paradas son frecuentes pero por fin llegamos al coche, al bendito coche. Nos quitamos mochila, botas y todo lo que podemos y nos bebemos todo el agua que nos cabe en el estómago. Estiramos...y a casita después de un paseo de relax por el Balneario de Panticosa.

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