LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

Muela del Morrón, (1731m). (27 de Mayo de 2007)

Salida: Purujosa (976m).
Llegada: Muela del Morrón (1731m).
Desnivel: Unos 800m.
Cobertura de móvil: Nula en Purujosa, mejora en la cima y alrededores.

Ascensión realizada con Juan Carlos.

Itinerario seguido para la ascensión.
INTRODUCCIÓN:

Interesante recorrido por uno de los parajes más recónditos de Aragón, no obstante a esta zona se la conoce con el nombre de “Cara oculta del Moncayo”, ya que es más conocida la parte norte de dicha sierra que esta, la sur. Es una zona en la que se puede estar todo el día caminando por los distintos senderos y pistas y no encontrarte con absolutamente nadie; nosotros, de hecho, solo nos cruzamos con un lugareño y sus dos perros al principio, luego nadie más.

El recorrido combina sendero y pista; está señalizado en gran parte y pasa por parajes tan diferentes como barrancos, bosque y estepa, además de la propia cima de pura roca.

Para llegar a la población de Purujosa hay que coger la carretera A-2302 que desde Morata de Jalón llega a Beratón y Ólvega (Soria) recorriendo todo el valle del río Isuela.

ASCENSIÓN:
 
Dejamos el coche en la parte baja del pueblo, al lado de la carretera, en una pequeña zona habilitada para 4 ó 5 vehículos. Comenzamos a ascender por las estrechas y empinadas calles de Purujosa a eso de las 9.45 de la mañana. Cuando se llega a la parte alta del pueblo hay un parquecillo que sirve de mirador y donde sale el camino que seguiremos ahora, la GR-90.2. Esta senda baja hasta el fondo del barranco donde hay restos de un antiguo peirón y un poste que señaliza hacia el barranco de Cuartún. Hacia él nos dirigiremos.
Vamos remontando el barranco, al principio cerrado pero poco a poco se va abriendo. Al poco rato llegamos a la salida del barranco, donde veremos enfrente unos corrales antiguos, los corrales de Cuartún. Hemos dejado atrás, una cueva-corral, en medio del barranco a la derecha.

Poste indicador del camino que seguiremos al principio.
Cuando se sale del barranco la senda se torna pista y recorre hacia el norte el resto del camino de hoy. Pasaremos junto a la Fuente del Col, que mana agua todo el año; está al lado de una balsa de abastecimiento para Purujosa. Desde dicha fuente hasta el collado de la Estaca nos quedan unos veinte o treinta minutos que transcurren admirando lo verde y húmedo que está todo después de esta lluviosa primavera 2007. En una revuelta del camino podemos ver una bonita panorámica de la Muela del Morrón con un manto de flores al lado del camino.

Panorámica de La Muela del Morrón desde la pista que lleva a sus proximidades.

Llegamos a un cruce de pistas donde reponemos fuerzas. Aquí viene una pista desde Talamantes, la nuestra por la que hemos venido y la que sigue en dirección al collado de la Estaca. Esta última es la que debemos coger y antes de llegar al propio collado, en una curva cerrada de la pista hacia la derecha, salimos de ella y nos internamos campo a través a nuestra izquierda, en dirección a la cima, que ya casi asoma en lo alto, retándonos a subir. En menos de media hora desde la pista llegamos a la cima, situada esta en su lado norte donde se encuentra un vértice geodésico.

Momento en el que dejamos la pista y subimos campo a través hasta la cima.

Cima de la Muela del Morrón y detrás, Las Peñas de Herrera.

Esta parte de la muela, la norte, es conocida como Cerro del Morrón al ser la zona más elevada de todo este sinclinal. Nos ha costado menos de dos horas y media llegar arriba, el cierzo sopla así que nos abrigamos un poco y comemos algo admirando las singulares Peñas de Herrera al este y el Moncayo, cubierto de nubes hoy, al norte de nuestra posición.

Peñas de Herrera vistas a la bajada de la cima.
Una vez entretenidos nuestros estómagos iniciamos el descenso hacia la pista por la que hemos subido. Volvemos pues sobre nuestros pasos y cuando encontramos un desvío que marca hacia Cerrogordo, optamos por tomarlo para descender por ahí pues así será más entretenida la vuelta. El camino va rodeando un montículo, Cerrogordo, por la cara norte y la Muela del Morrón por su cara sur.

Pasando por la parte Sur de la Muela del Morrón.
Llega a desembocar de esta manera en el refugio de Cerrogordo, de reciente construcción a juzgar por su aspecto tanto exterior como interior (dispone de mesa y dos bancos corridos a cada parte de la misma, así como un hogar donde hacer un buen fuego).

Refugio de Cerrogordo. Juan Carlos hace un pequeño descanso.

Vista de la Muela del Morrón desde las cercanías del refugio.
Seguimos la pista y cuando sale un ramal a la izquierda, girando bruscamente, lo tomamos. Este nuevo camino va entre bosque de pinos y carrascas, buenos ejemplares de ambas especies.

Va en dirección sur y llega a una bifurcación tras pasar los corrales de Barrevinosos. Nos vamos hacia la derecha y a los pocos metros sale un sendero bien señalizado que entre espesa vegetación, va internándose en el barranco de la Virgen.

Entrada al Barranco de la Virgen donde la vegetación es exhuberante.
Siguiendo el barranco, junto al torrente al principio y cruzándolo luego en un par de ocasiones, nos va guiando la senda de vuelta a Purujosa dándonos una bonita vista del pueblo colgado allí arriba.

En resumen, es una buena manera de conocer estos parajes donde hay una mezcla de todo pero en la que impera sobre todo la tranquilidad, la soledad y el buen estado de conservación de lugares aún intactos.

Peña Sabocos, (2757m). (13 de Mayo de 2007)

Salida: Desde la pista que sube de Hoz de Jaca hasta las pistas de esquí de Panticosa (1860m).
Llegada: Peña Sabocos (2757m).
Desnivel: Unos 900m.

Ascensión realizada junto a Eugenio.

Croquis del recorrido realizado.
INTRODUCCIÓN:

Para llegar a la localidad de Hoz de Jaca/Oz de Chaca debemos coger la carretera A-136 que desde Biescas se dirige a Sallent de Gállego y la frontera del Portalet. A unos 6km desde Biescas coger el desvío que cruzando la presa de Búbal nos lleva a Hoz de Jaca. Una vez en el pueblo hay que coger la pista que sale en la primera calle a la derecha, hay un cartel indicador.

La pista está en buen estado en general aunque hay algunos puntos en los que hay que tener cuidado con el coche. Dejamos el vehículo a unos 1860m, cuando vemos la zona de servicios de Petrosos enfrente. A partir de aquí la pista empeora bastante.

ASCENSIÓN:

Son las 9.30 de la mañana y fuertes ráfagas de viento nos hacen temer por el éxito de la ascensión, pero es pronto para desanimarse, todo puede cambiar. De todos modos, el viento viene del sur y confiamos en que la pared de la Sierra de Tendeñera nos sirva de parapeto. Nos ponemos en marcha.

Seguimos la pista que va siempre hacia arriba y en unos quince minutos estamos viendo la cara norte del Sabocos con la cima cubierta de nubes.

Vista de nuestro objetivo, con la cima cubierta de nubes.  
No sabemos cuanto durarán ahí o si desaparecerán pero tenemos tiempo para darnos la vuelta así que seguimos para adelante. En diez minutos por la pista llegamos al ibón de Asnos, que aún conserva placas de hielo flotando en su superficie.

Ibón de Asnos, todavía con bastante hielo en superficie.

El ibón de Sabocos, que queda más abajo a la izquierda, está totalmente limpio de hielo al contrario que el de Asnos. Una vez pasamos el ibón seguimos de frente teniendo el telesilla en todo momento a nuestra izquierda (sic) hasta que cogemos un desvío que sale a la derecha de la pista y en pocos minutos empezamos a pisar nieve, a unos 2200m, y ya no dejaremos de hacerlo en toda la subida.

Continuamos de frente ganando altura siguiendo unas leves trazas de huellas y virando un poco hacia la izquierda (Este) con objeto de salvar una honda vaguada y así no perder demasiada altura. La nieve está blanda y nos hundimos con frecuencia, con demasiada frecuencia, sobre todo yo, no sé si es que peso mucho o es que piso mal, jeje. Cuando ha transcurrido una hora y media más o menos, entramos en el inicio del corredor.

Inicio del corredor, con la pared de la Sierra protegiéndonos del viento.
Seguimos teniendo nubes sobre nuestras cabezas pero parece que se abre algún claro por la zona de Peña Roya y Peña Blanca; eso nos hace ser algo más optimistas.

En este punto nos ponemos los crampones pues en el corredor la pendiente se hará más fuerte y la nieve está algo más dura. Al principio caminamos por encima de un pequeño alud de hace unos días. Vamos ganando altura, ahora de manera más rápida aunque también más fatigante. Vemos nubes pasar rápidamente allí en lo alto, el viento las empuja y a ratos vemos el sol y al instante después todo se envuelve en la niebla.

Eugenio va abriendo el camino por la zona del alud.

A mitad del corredor, las nubes se van por unos instantes.

 

Eugenio me sacó esta foto mientras progresaba unos metros por debajo de él. 
La salida del corredor es lo más empinado pero clavando con firmeza la puntera de los crampones conseguimos salir airosos (nunca mejor dicho) a la arista que de norte a sur recorre ese flanco de la montaña llevando a la cresta. Recorremos la arista con algún paso corto de trepada en mixto y en pocos minutos nos plantamos en la cresta cimera. El viento sopla fuerte pero podemos aguantarlo bien sin peligro de caída. Al fondo vemos la cima, el vértice geodésico asoma al final de la cresta.

Ya vemos el vértice en la cima del Sabocos.
En cinco minutos estamos en la cumbre y para nuestra suerte se abre un claro durante unos minutos. Nos ha costado llegar a la cima unas dos horas y media. Aprovechamos para hacer las fotos obligatorias en la cima y claro, como hay vértice… le pongo la camiseta de Pirineos3000. Estamos poco rato arriba, no más de quince o veinte minutos pues se nubla y se aclara por momentos, amén que el viento no hace agradable la estancia así que emprendemos el regreso. 

Foto en la cima de Peña Sabocos, 2757m.
Aquí se puede apreciar la fuerza del viento (cintas de la mochila y postura en contra del viento).


 Arista que conecta la salida del corredor con la cresta final.
La cresta que une el Sabocos con Peña Blanca y Peña Roya cae a plomo sobre la cara norte por lo que habría que tener cuidado en caso de hacerla (hoy no era el día propicio, desde luego). Llegamos a la arista de antes y bajamos por el corredor, pero esta vez por un lugar situado más cerca de la pared, es un poco más vertical que la zona por la que subimos pero la nieve está blanda y se baja seguro.

Bajando por la arista en busca del corredor por el que subimos.  

La nieve va empeorando y nos hundimos más en ella en el regreso, menos mal que va quedando menos aunque no podíamos imaginar en ese momento que la actividad de hoy terminara algo regular…
Y es que estando cerca ya de las pistas de la estación y del ibón de Asnos, en una pequeña cuesta pisé hielo, con tan mala fortuna que resbalé al no agarrar bien los crampones. Caí de espaldas, así que tuve que darme la vuelta y clavar el piolet, menos mal que no era una pendiente muy acusada, pero los segundos que estuve cayendo e intentando darme la vuelta fueron desastrosos pues una de las puntas del crampón fue a clavarse en el gemelo de la otra pierna. Al principio no me di mucha cuenta, sólo del roto en el pantalón y algún golpe, pero luego vi la sangre en la pernera y al ver la herida fui consciente de lo ocurrido ya que sangraba bastante aunque no me dolía mucho.

Lugar donde me resbaló el crampón y me hizo caer.
Así pues, llegamos al rato al coche, me lavé la herida y bajamos al pueblo a comer algo ya que teníamos hambre y “lo cortés no quita lo valiente”. Luego, me puse un apaño para que no saliera más sangre y poder llegar conduciendo a La Almunia y al Centro de Salud. Resultado: Dos puntos de sutura y la vacuna antitetánica.

Un pequeño susto que afortunadamente quedó en eso. Ahora me quedará una cicatriz que me recordará lo sucedido y la prudencia que hay que tener siempre en la montaña…y en muchos otros sitios.