LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

Moncayo directo por los farallones. (9 de Junio de 2007)

Salida: Aparcamiento de Haya Seca, unos 600m antes del Santuario (1600m).
Llegada: Cumbre del Moncayo (2316m).
Desnivel: 700m.
Tiempo: 1h 30min de subida y otro tanto de bajada.

Ascensión realizada en solitario.

Recorrido circular de la subida al Moncayo.

INTRODUCCIÓN:

Después de mucho divagar durante la semana hacia dónde iba a dirigir mis pasos el sábado unos imprevistos y las amenazas de tormenta hicieron que tuviera que optar por un sitio cercano para poder estar pronto en casa. Madrugo bastante y a eso de las 8 de la mañana ya estoy en el aparcamiento de la Haya Seca, último trozo transitable para vehículos antes de llegar al Santuario, al final de la pista. Pocos coches, sólo dos y el mío, parece que voy a tener suerte y me voy a encontrar poca gente en tan concurrida cima.

ASCENSIÓN:

La alternativa de hoy, pues ya he subido unas cuantas veces al Moncayo (al menos una docena de veces), es llegar a la cima por un sitio diferente y poco conocido. Se trata de hacerla por los farallones rocosos que hay a la derecha del Circo de San Miguel o Cucharón. Dichos farallones crean un corredor empinado que da un aliciente más a la subida.

A las 8 y pocos minutos comienzo a andar camino del Santuario, estos 600m que separan el aparcamiento del propio Santuario son buenos para calentar un poco, el día va a ser caluroso, se nota el ambiente cargado, calina en el horizonte y poca visibilidad a lo lejos. Cuando llego al Santuario veo las últimas reformas allí realizadas, han cambiado la entrada.

Hay un matrimonio con su hijo aprovisionándose de agua en la fuente que hay junto al camino de subida, paso junto a ellos y sigo mi camino, cuando subes esa cuesta hay un cartel que indica la subida al Moncayo y otro que marca hacia el collado de Bellido en otra dirección. Es obvio cual tomamos; el edificio del Santuario queda abajo y el camino zigzaguea buscando el bosque en el que nos internamos a los pocos minutos.

Vista del Santuario al poco de empezar a subir por la senda.

La humedad se hace patente y eso unido al calor que ya hace a estas horas consigue que un ejército de bichos pululen alrededor de mi cabeza, así que acelero el paso para salir cuanto antes del bosque y llegar al lugar donde se abre el Circo de San Miguel, esto ocurre unos veinticinco minutos después de comenzar la subida. Aquí ya es todo tranquilidad hoy, no se escucha nada salvo algún pajarillo. Paro un momento a tomar algo de comida y beber un par de tragos. Hace más fresco aquí, lo agradezco.

Croquis de por dónde se sube a la cima en esta ocasión.

Después, reanudo la marcha poniendo rumbo a la base del Cucharón, hay un sendero que serpentea por este llano y ayudado de algún mojoncillo te va llevando hacia la pedrera. En un momento estoy cerca de los farallones por donde quiero subir hoy, así que me salgo de la senda y campo a través, ya sin sendero busco la entrada al corredor.

Ahora debo dirigirme hacia los farallones.

Entrada al corredor entre farallones.
Estas moles de piedra parecen mirarte orgullosas y entrar entre ellas da una especie de respeto. Al principio no se sube mal, la inclinación es mayor a la de la vía normal pero se lleva bien. Voy tomando altura y la perspectiva cambia, en este lugar da más sensación de montaña que hacerla por la normal, además el circo resulta más atractivo desde aquí.


Mirada hacia la zona del Circo de San Miguel desde el corredor.
El corredor va cogiendo más inclinación y hay sitios en los que tomar el agarre de alguna roca fija ayuda pues la mezcla de hierba y rocas sueltas no da mucha confianza a los pies. Cuando ya voy saliendo del corredor tomo un respiro y me siento satisfecho de lo que acabo de superar.

Ahora se sale a una zona más despejada pero que apenas pierde inclinación, es un poco incómoda por la altura de la maleza y la sensación de esponjosidad del terreno. Cojo altura por donde buenamente puedo y en un rato, cuando la inclinación cede un poco me encuentro casi de frente con un corzo un tanto perdido, pues es raro encontrar un animal de estos fuera del bosque y menos cerca ya de la cima. Le hago unas fotos y sigo con lo mío, ya tiene que estar cerca la cima.

Un corzo despistado me mira con curiosidad.

En pocos minutos veo que asoma ya la cima del Moncayo a mi derecha. Llego a ella y me cobijo en uno de los abrigos que hay ahí arriba para cubrirme del viento que sopla, como es costumbre en esta cumbre. No es muy fuerte hoy pero sí que molesta para estar un rato sentado.

Cima del Moncayo en soledad.

Me como un pequeño bocata y me dispongo a bajar, esta vez por la vertiente que da al collado de Castilla. Así cerraré el círculo esta jornada y vuelvo por un sitio diferente al utilizado para subir. Una vez en el collado de Castilla hay que torcer a la derecha y coger una senda que va paralela al bosque de pinos, cerca del linde. En unos minutos se llega a un gran mojón que indica el sitio justo donde debemos internarnos en el bosque.

Camino de vuelta por el bosque, una vez descendido el Moncayo.
Seguir la senda ya no tiene pérdida y después de pasar por un corral en ruinas al principio, luego por largos canchales y en la última parte por bosque de nuevo, llego al aparcamiento donde he dejado el coche.

Bonita manera de pasar la mañana en un día como el de hoy, mi cumpleaños, en esta montaña que tanto me gusta y a la que tantas veces he ido e iré. Y además disfrutando de la soledad y del silencio.