LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

BTT: Fontellas-San Cristóbal. (26 de Diciembre de 2010)

Salida: La Almunia de Dª Godina. 
Recorrido: La Almunia - Fontellas - "Mirador Alberto" - San Cristóbal - Alpartir - La Almunia.
Distancia: 27km.
Desnivel: 580m.
Tiempo empleado: Unas 3 horas contando paradas.

Bibliografía: Corresponde a la Ruta nº 11 de la estupenda guía "Rutas BTT por Valdejalón", de Adán Martínez Garbayo. 2010
Cartografía: Hoja 410. La Almunia de Dª Godina. 
Ciclistas: Alfonso, Vidal y yo.

DESCRIPCIÓN:

Mi cuñado Alfonso y yo conseguimos convencer a mi tío Vidal en que aprovechando que venía a pasar unos días de Navidad, se trajera su bici y así llevarlo a conocer los caminos por los que habitualmente solemos salir Alfonso y yo. La idea era hacer un recorrido no demasiado largo y que uniera las dos partes que mejor conocemos, La Almunia y Alpartir; así que esta ruta es ideal para tocar un poco de todo.

A las 9 de la mañana quedamos los tres para comenzar la ruta. El día salió con un frío horrible pero había que salir ya que las ocasiones para juntarnos los tres son escasas y hay que aprovecharlas. El camino de inicio es el de casi siempre, del Pabellón para arriba solo que en lugar de tomar el camino de la izquierda, cogimos el de la derecha, el camino de Cantalobos. Así fuimos poco a poco entrando en calor entre campos de cultivo y frutales hasta que llegamos a la paridera Barrachina y nos juntamos con el camino normal de Fontellas. Desde aquí seguimos por el barranco y el trozo de sendero por entre el pinar que tanto nos gusta. 

Cuando llegamos a la fuente de Fontellas parece que hemos medio-templado el cuerpo, ya nos encontramos mejor y continuamos ahora en descenso por la "Curva de los Grajos" hasta el km 6.5 donde en un giro de 180º cogemos la parte dura del día, un ascenso que sin apenas pausa nos lleva hasta el "Mirador de Alberto".

En mitad de la subida al Mirador de Alberto.
Vistas hacia la otra parte de la Sierra, en el cruce de pistas.
Durante la subida mi tío Vidal hace gala de su estado de forma y con una pedalada fuerte y continua va abriendo camino y yo le sigo como puedo. Alfonso nos tiene a tiro un poquito más atrás. En unos minutos desde la parte del cruce llegamos al mirador donde como su nombre indica tenemos un amplio panorama de la Vega del Jalón, Sierra de Algairén, altiplano de la Muela y más allá incluso los Pirineos. Hacia el Oeste podemos ver el Moncayo nevado.

Alfonso y Vidal en el Mirador de Alberto.

Al fondo destaca el Moncayo.
Desde este punto, el km 8.9 debemos seguir en descenso el camino que baja de manera acusada y con curvas bastante estrechas y cerradas que obligan a extremar las precauciones. En el km 12 hay un cruce de pistas importante ya que en este punto debemos abandonar la pista que sigue en descenso y comenzar un suave ascenso para remontar la zona de Valluengo. Ahora viene una zona de subidas y bajadas que nos lleva a un collado en el km 17.9 donde tomamos un trozo de pista que luego se convierte en sendero para llegar a la Ermita de San Clemente.

La ruinosa Ermita de San Clemente.
Dicha ermita se encuentra como se suelen encontrar estas cosas en Aragón, es decir, en estado de completo abandono y desidia por parte de los responsables de Patrimonio, ya sea de la Comarca o de la DGA, al final el resultado es el mismo. Con poner algún panel y cuatro palitroques de madera como barandilla han cumplido.

Desde esta ermita o lo que queda de ella continuamos por un estrecho sendero hasta las ruinas (más aún, tenemos muchas...) de lo que fue un convento, el Convento de San Cristóbal.

Parte del Convento de San Cristóbal.
Juego un poco con el Sol y lo que queda del Convento.
Zona del patio del Convento. Bonitas y amplias vistas.
El Convento cuenta con una zona de patio bastante amplia, los restos de "torres", parte del paño de la muralla que cerraba el recinto y una pequeña ermita, de la Virgen del Pilar. Tras visitar "lo que se deja" nos ponemos de nuevo en marcha, ahora en descenso fuerte hasta juntarnos con la pista por la que veníamos antes.

Un último vistazo a las ruinas de San Cristóbal.
Una vez en la pista, asfaltada, paramos a reagruparnos y seguimos hasta que sale al cementerio de Alpartir y por ende, a la carretera que une esta localidad con La Almunia. Bajamos por la carretera hasta que justo antes de llegar a las granjas cogemos el camino que se interna en el campo y así volvemos a La Almunia por donde siempre para evitar de esta manera una vuelta rápida, pero aburrida, por la carretera.

Collado de Petrechema, (2082m). (12 de Diciembre de 2010)

Salida: Aparcamiento de Masousa (965m).
Llegada: Collado de Petrechema (2082m).
Cobertura de móvil: Nula en todo el recorrido o muy escasa.

Actividad realizada con Iñaki, Juan Carlos, Pedro y Sergio (kaiku en P3000).

Mapa de GoogleEarth con el recorrido realizado.
Perfil sacado de los datos del GPS.
INTRODUCCIÓN:

Los del Valle del Jalón, es decir, Juan Carlos, Pedro y yo quedamos con los navarricos (Iñaki y Sergio) en el aparcamiento que hay junto a la carretera en Villanúa. Sin perder demasiado tiempo tras los saludos nos fuimos con los coches hasta el pueblo de Lescun, al otro lado de la frontera. Justo antes del pueblo hay que tomar una pista bien marcada con carteles hasta el aparcamiento de Masousa. Se puede llegar más allá, un par de km más pero el hielo que había en algún tramo lo descaconsejaba.

Tras una semana de calor y lluvias nos encontramos con que la nieve a cotas bajas había desaparecido casi en su totalidad. Contábamos con ello así que las raquetas se quedaron en el maletero de los coches y nos fuimos para arriba únicamente con los crampones y el piolet en la mochila como material exclusivamente invernal. Hace frío a primera hora y el resto del día fue fresco sin llegar a bajar en exceso la temperatura.

Veíamos desde el aparcamiento el Petrechema y sus agujas.
ACTIVIDAD:

Vamos siguiendo la pista hasta el final donde ya cogemos a mano derecha una senda ancha y bien marcada que progresa entre prados, varios árboles sueltos y algún tramo de bosque.

Corto tramo de bosque al principio.
Más adelante llegamos a una gran explanada atravesada por un riachuelo y vemos el bosque por el que debemos ir ganando altura.

Bosque de hayas y al fondo Petrechema.

Saliendo del bosque.

Por el bosque comienza a haber más nieve, pero está dura y no hubiera sido necesario traer las raquetas, afortunadamente. Cuando salimos del bosque vemos las cabañas de Ansabere, estamos a 1570m.

Juan Carlos y yo leemos un curioso cartel en una de las cabañas.
Junto a una de las cabañas decidimos ponernos los crampones pues a partir de aquí el manto es continuo y además iremos cogiendo inclinación paulatinamente.

Comenzamos a andar camino del Collado de Petrechema.

Sergio (Elarre) y yo observando las Agujas de Ansabere.
Se sube muy bien gracias al estado de la nieve, está perfecta para cramponear. Así pues, poco a poco vamos teniendo a la vista el collado al que nos dirigimos; las Agujas se ven impresionantes desde abajo.

Ya tenemos a nuestro alcance el collado.
Una de las Agujas de Ansabere. Quedan fuera de mi alcance...
Voy siguiendo las huellas de esqui que han dejado otros antes que nosotros. El problema vino cuando dichas huellas tomaron bastante altura y de repente desparecieron, para entonces estábamos enfrascados en una pala de gran inclinación situada a la derecha, según se sube, del propio collado. Pero hemos llegado aquí y retroceder para coger el camino bueno no me lo planteo, tampoco seguir con el flanqueo porque los crampones podrían no agarrar bien yendo de lado, así que es hora de sacar el piolet y tirar para arriba. Es poco trozo pero está bastante inclinado, según Sergio podría ser de unos 50º, que no está mal. Para más inri una pequeña pero profunda rimaya pone las cosas más "interesantes"; afortunadamente al estar dura la nieve no hay peligro de meterse en ella si damos un paso algo más largo.

Es hora de sacar el piolet y no arriesgar más de la cuenta.
En unos minutos llegamos arriba Sergio, Iñaki y yo. Esperamos a que lleguen Juan Carlos y Pedro para decirles un poco por dónde tirar y aprovechamos a freirles a fotos.

Juan Carlos empleándose a fondo en la parte final de la pala.
Pedro ya ha superado lo más difícil y está a punto de llegar.
Una vez reunidos todos en el collado decidimos no seguir hasta la cima del Petrechema, es un poco tarde y contando con la vuelta no queremos tentar la suerte y que se nos haga de noche bajando. Estamos en los días más cortos del año y eso limita muchísimo las actividades que podemos hacer en Pirineos. 
He de reconocer que me frustró un poco el no hacer cima pero pensado friamente fue lo mejor ya que hubiéramos llegado a los coches de noche o casi y eso bajando a buen ritmo. Queda pendiente pues.

Ladera que lleva a la cima del Petrechema. La nieve no era continua debido a la orientación de esta parte de la montaña y a las temperaturas de los días pasados.

Aquí en el collado comemos tranquilamente y con buenas vistas.
Pico Maz/Txamantxoia y La Paquiza Linzola.
En el collado comemos, nos reimos un poco contando anécdotas y nos ponemos en marcha para bajar pronto y llegar descansados. Hace fresco en el collado.

Había que sacar alguna foto en el collado al menos.
En la bajada por el sitio bueno, Iñaki y yo fotografiamos...
... la pala por la que nos empeñamos en subir.
Hago algunas fotos a la bajada. Ese bosque tiene que ser una delicia en otoño.
Y el sol nos va diciendo adiós poco a poco.
Así terminamos nuestro día en la montaña, sin cima pero disfrutando de unos bonitos paisajes y de agradable compañía. Las cimas se pueden subir otro día, no se van a mover de ahí.

Liouviella, (2334m). (6 de Noviembre de 2010)

Salida: Aparcamiento de Sansanet (1310m).
Llegada: Pico Liouviella (2334m)
Desnivel acumulado: 1225m.
Tiempo empleado: 7h 45min ida y vuelta incluídas las paradas.
Cobertura de móvil: Muy buena en la cima.

Ascensión realizada con Iñaki.

Descarga el track en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=1514201



Perfil sacado de los datos que aportó el GPS.

INTRODUCCIÓN:

Tras dos meses centrado en la bici de montaña y alejado del Pirineo, un correo de Iñaki proponiéndome esta ascensión hizo que cambiara totalmente el chip y volviera con muchísimas ganas a estas montañas. El pico es modesto, sin mucha altura para lo acostumbrado pero con un desnivel de más de 1200m que no es nada despreciable después del parón montañero y sobre todo con unas vistas de escándalo. Así pues quedamos a las 8 en Jaca para desde aquí ir en un solo coche al otro lado de la frontera tras pasar el túnel del Somport. Aparcamos en Sansanet, lugar de sobra conocido para ambos y que atesora una gran belleza por su bien conservado bosque. Lástima que el otoño aquí haya pasado ya y las hojas estén todas en el suelo tapizando la senda; en el lado español, en cambio, aún pudimos disfrutar desde la carretera de bonitas manchas arboladas de clara estampa otoñal.

ASCENSIÓN:

A las 9 de la mañana comenzamos a andar una vez dejado el coche y puestas las botas, lista la mochila y en marcha el GPS, sí, la nueva herramienta de la que dispongo para mis marchas montañeras y es que un elemento de seguridad como éste no puede ser desestimado, además de las múltiples utilidades de las que dispone. Como digo, ponemos nuestras piernas en acción y nos internamos en el bosque.

Bosque de Sansanet, un ejemplo de buena conservación.

La marcha es ligera y animada por la conversación; casi sin darnos cuenta salimos del bosque y ya empezamos a ver montañas nevadas en el horizonte. Pensábamos que habría más nieve pero son manchas todavía, dispersas y que le empiezan a dar aspecto invernal al monte.

Primeras nieves en los montes, en la imagen el Pico Labata.
Iñaki cogiendo el ángulo perfecto para sacar una de sus buenas fotos.

A unos 1800m divisamos el Ibón de Estanés, hacemos una breve parada y vemos el desvío que hay aquí, algunos mojones toman rumbo sur y se encaraman al hombro que hace la montaña en lugar de seguir el camino de la GR-11, que va pasando por la orilla del ibón hasta llegar al llano de Aguas Tuertas y más allá. Es en este punto donde empezamos a coger más altura y nos encontramos con un grupo de sarrios que, como siempre, se muestran curiosos y vigilan que no nos acerquemos demasiado. Nosotros nos limitamos a fotografiarlos de una y mil maneras buscando hacer la mejor foto.

Ibón de Estanés visto desde la ladera por la que subíamos.
Grupo de sarrios vigilando nuestros movimientos.
Subiendo por la ladera con cuidado por la nieve helada al no darle todavía el sol.

Tras un rato subiendo por este sitio, que se hace incómodo por la nieve helada a estas horas, llegamos a un llano y ya vemos nuestro objetivo más cerca.

Mirando hacia nuestra montaña con los primeros rayos de sol.

Ya podemos ver el pico Liouviella y su cima Norte, así como la entrada al Valle de los Sarrios.

Desde aquí seguimos más o menos la senda que lleva al Valle de los Sarrios. Digo más o menos porque la nieve dificultaba un poco ver la senda y algunos mojones pero es evidente dónde se sitúa el Valle de los Sarrios por lo que saldremos a él después de subir a una loma que nos separa de dicho valle. Este lugar es uno de los rincones más bellos y tranquilos del Pirineo, se trata de un valle colgado y que por la proximidad y altura de sus paredes guarda la nieve por bastante tiempo.

Comenzamos a andar por el bonito Valle de los Sarrios.
Una vez que llegamos al final del mismo, giramos a la derecha (O) a la vez que subimos hasta el Puerto de Bernera donde tenemos una magnífica vista del gran pico de Bisaurín, Puntal de Secús, etc. Aquí el camino se bifurca entre el que sigue hacia abajo, hacia la Plana Mistresa o el que tuerce a la derecha, al norte y se encamina al collado que separa el pico Cúpula de Secús del nuestro, el Liouviella.

Vista hacia el Bisaurín desde el Puerto de Bernera.
En todo momento desde que comenzamos el Valle de los Sarrios hemos ido pisando las primeras nieves de la temporada, aquí seguimos haciéndolo hasta poco después de rodear una pequeña charca helada.

Charca helada y arriba el collado entre la Cúpula de Secús y el Liouviella.

A partir de aquí solo pisaremos algunos neveros dispersos y ya poco antes del collado todo será roca. La propia orientación de esta ladera, sur, y los vientos hacen que la nieve tarde en asentarse en estas fechas. Llegamos al collado, a 2248m, donde tenemos una curiosa vista del Ibón de Estanés, y giramos a la derecha para, tras superar unas rocas grandes, llegar ya a la ladera que cogiendo altura termina en la cima del pico Liouviella, a 2334m.

Iñaki me sacó esta foto en la que capta perfectamente el esfuerzo de la subida al collado.
Voy progresando en la nieve haciendo una media ladera.
Vistas desde el collado, a 2248m de altura.
Aquí se abre el panorama en toda su extensión y podemos divisar grandes picos conocidos como el Midi d´Ossau, Balaitús, Palas, Bisaurín, Anie, Acherito y un largo etcétera. Hacemos fotos y comemos tras abrigarnos un poco que, aunque no hace del todo frío, el sol ya no es el mismo y no llega a calentar demasiado. Miramos el pico norte del Liouviella y si no fuera porque el día acorta ya y debemos regresar pronto quizás hubiéramos intentado ascender esta cumbre secundaria pero mucho más agreste que en la que nos encontramos.

Panorama hacia el Este, con más nieve que el Pirineo Occidental.
Valle de los Sarrios desde la cima del Liouviella. Una vista atípica del mismo.
Foto de cima.
De regreso, antes de llegar de nuevo al collado.
El Liouviella Norte visto cuando ya descendíamos; muy apetecible sin duda.
Después de comer nos ponemos en marcha de nuevo y bajamos por donde vinimos. Nos entretenemos un rato en el Valle de los Sarrios donde Iñaki hace varias fotos y pruebas aprovechando el juego que da la luz en esta época del año. Yo hago alguna como despedida de este bello lugar:

Adiós Valle, adiós.
Llegamos hasta la plana que hay más abajo del Valle de los Sarrios y aquí decidimos hacer una variante y buscar el camino que recorre la orilla del Ibón de Estanés. Después de hacer esto y conectar con el camino común que nos deja de nuevo en Sansanet pensamos que esta opción alarga demasiado la vuelta y no aporta mucho más a lo ya realizado. En cualquier caso, es lo que hicimos por conocer aún más esta zona. Al final tuvimos un bonito día de montaña descubriendo otro de esos picos poco conocidos pero que tienen mucho que decir.