LA FRASE

LA FRASE: "Buscad la belleza, es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo" (Ramón Trecet).

Y por fin... Monte Perdido (3355m) (2-3 de Septiembre de 2017)

PRIMER DÍA:

Salida: Refugio de Pineta (1240m)
Llegada: Vivac a 2980m entre Soum de Ramond y Baudrimont SE después de subir a Punta las Olas.
Desnivel positivo acumulado: 1976m.
Tiempo empleado total: 6 horas y media.
Distancia recorrida: 9.8km

SEGUNDO DÍA:

Salida: Vivac (2980m) entre Soum de Ramond y Baudrimont SE.
Llegada: Refugio de Pineta (1240) después de subir a Monte Perdido y Baudrimont NO.
Desnivel positivo acumulado: 750m.
Desnivel negativo acumulado: Casi 2500m de bajada.
Tiempo empleado total: Unas 8 horas.
Distancia recorrida: 14km.

Recorrido completo: Refugio de Pineta (1240m) - Collado de Añisclo (2440m) - Punta de las Olas (3002m) - Baudrimont SE (3026m) - Vivac (2980m) - Monte Perdido (3355m) - Baudrimont NO (3045m) - Punta de las Olas (3002m) - Collado de Añisclo (2440m) - Refugio de Pineta (1240m)

Descarga el track del primer día: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=19564249


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Ruta del primer día marcada sobre mapa del IGN.

Descarga el track del segundo día: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=19564281


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Ruta del segundo día marcada sobre mapa del IGN.

Track completo con el recorrido de los dos días: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=19607567

INTRODUCCIÓN:

Es difícil explicar cómo un montañerete como yo después de haber ascendido a más de 90 tresmiles del Pirineo, tenía el Monte Perdido en su lista de interminable de actividades pendientes. Año tras año me proponía subirlo, me decía a mi mismo que de este año no pasaba, que iba a ser el definitivo pero luego por unas cosas o por otras siempre surgían otras rutas, otros picos o simplemente no podía ser por falta de tiempo. Y este año después de estar subiendo y preparándonos Juan Carlos y yo durante el invierno y la primavera sin objetivos concretos de cara al verano, pero sí con la idea clara de hacer cosas interesantes para llegar en forma al verano, resulta que no coincidíamos desde el mes de mayo cuando subimos al Tozal de Guara. Ha tenido que llegar septiembre para que nuestras agendas quedaran libres y tras unos pocos guachaps dejar la idea lista para llevarla a cabo. Así comienza la que iba a ser la ascensión, este año sí, a uno de los grandes del Pirineo, a un pico al que todo montañero anhela subir alguna vez.

DESCRIPCIÓN:

Debo reconocer que no sé si éramos plenamente conscientes del palizón que iba a resultar el primero de los dos días que teníamos por delante; no obstante el Refugio de Pineta queda muy abajo de estos colosos y el desnivel a ganar es brutal. Además, si mi nivel de actividad durante el verano había sido casi inexistente, mucho tuve que confiar en mis fuerzas para superar tal empresa. De Juan Carlos no tenía dudas, mantiene siempre un fondo excelente y había podido hacer alguna escapada durante el verano. 

Metidos en harina llegamos al Refugio de Pineta (1240m) a eso de las 10 de la mañana, preparamos algo las mochilas, nos ponemos las botas, crema solar y demás preparativos y con la espalda bien cargadita de peso enfilamos el camino que cruza el río Cinca (seco en esta ocasión) y se introduce en el bosque de la otra orilla siguiendo el tramo de la GR-11. Este camino merece una mención especial pues sube sin descanso aparente hasta el collado de Añisclo y a pesar de ser GR tiene algunos puntos un poco delicados de pasar para gente que solo va "de paseo". En fin, vamos ganando altura de forma constante entre charlas y cuando nos queremos dar cuenta estamos saliendo del bonito bosque de Pineta y llegamos a una zona de prados inclinados, como todo el recorrido, y luego una zona ya de piedras por donde el sendero se abre paso como puede hasta llegar al Collado de Añisclo (2440m). Las vistas desde aquí al Balle Berde o Valle de Pineta son impresionantes, este valle siempre asombra por sus dimensiones descomunales.

Desde aquí seguimos un camino que va bordeando el precipicio hasta que poco a poco se dirige al S/SO para ir rodeando la Faja de las Olas. El camino sortea la muralla de la Punta de las Olas por abajo siguiendo una faja en la que a veces hay que hacer uso de una cadena anclada a la roca para superar algún tramo expuesto o que suele estar mojado y resbaladizo. Cuando salimos a la parte sur de la mole seguimos unos metros la senda hasta que vemos un mojón de mayor tamaño que indica la subida hacia el primer tresmil del fin de semana, la Punta de las Olas (3002m). Se llega a él tras una pedrera infame de roca suelta de color blanco y alguna corta y fácil trepada ya cerca de la cima. Poco antes de llegar a la cima, el helicóptero del GREIM aterriza cerca y se lleva a un montañero con una lesión en el tobillo. Cuando llego a la cima, Juan Carlos me anima y me dice que ya hemos hecho lo más duro del día; ya estamos en la parte alta de Ordesa y disfrutamos de las vistas que ofrece esta cima, sobre todo del majestuoso Cañón de Añisclo. Descansamos un poco para comer, a resguardo del viento que soplará hasta bien entrada la noche. Debería tener un hambre tremenda por la hora que es pero apenas me entra la comida, el cansancio es grande y me cuesta tragar; aún así me obligo a comer algo y al rato estamos buscando un vivac lo más cercano posible al Soum de Ramond/Pico Añisclo para mañana estar más cerca del Perdido.

Encontramos uno con una gran piedra que hará de parapeto al viento, pero no del todo, por lo que la tarde y parte de la noche la pasamos cubriéndonos del viento como podemos, primero con el plumas, guantes y gorro y más tarde con el saco subido hasta la cabeza y casi cerrado del todo. Estamos a 2980m, es el vivac más alto que hemos hecho nunca y estamos ya en septiembre por lo que la noche iba a ser fría. Al rato de encontrar el vivac y descartar otros menos protegidos nos acercamos a subir el pico Baudrimont SE (3026m) que está muy cerca y el desnivel es pequeño. En unos 15-20 minutos estamos en su cima y tenemos una bonita perspectiva de la subida al Cuello del Perdido, del Valle de Pineta, y de la Punta de las Olas. El sol va bajando y nos volvemos al vivac. Juan Carlos me tienta con subir al Soum de Ramond, pico que él ya ha hecho pero no me encuentro con ganas, prefiero quedarme en el vivac y descansar, ha sido una jornada dura y mañana no lo será menos, al menos por el desnivel a bajar...

Así pues, cenamos pronto y nos metemos al saco a eso de las 8 de la tarde o incluso antes, ni lo miré. Caemos rendidos y entre vientos y quejidos por las piedras del vivac pasamos la noche. No dormimos del todo mal para el panorama que teníamos pero será que el cansancio ganó la partida.

Al día siguiente amanece con nubes altas pero todavía con buena visibilidad. Las previsiones se están cumpliendo, esperamos tener buenas vistas en la cima de Monte Perdido. Desayunamos rápido, recogemos las cosas y con lo justo nos ponemos en marcha en dirección al Perdido. Seguimos mojones por unas trazas de senda hasta llegar al nevero que baja desde el Cuello del Perdido; no llevamos crampones porque pensamos (y habíamos leído en una reseña reciente) que podíamos subir por uno de los dos lados del helero, como así fue. A la subida nos fuimos por la izquierda del helero, según se sube, por unas terrazas en las que hay pasos algo expuestos y nada agradables pero vemos algún hito de vez en cuando y los seguimos. Salimos así al Cuello del Perdido, solo queda una trepada hasta llegar al lomo de rocas que nos llevará, ahora sí, por una senda cómoda hasta su cima.

Lo he conseguido, uno de mis objetivos montañeros más perseguidos ha sido conquistado, queda la larga bajada, sí, pero ahora miro a mi alrededor viendo lo que tantas fotos de otros montañeros, guías y libros han plasmado y yo deseaba ver por mi mismo. No pienso en la bajada. Me voy girando poco a poco y fotografío todo lo que reconozco desde aquí, el Cañón de Añisclo, el de Ordesa, Taillón, Cilindro de Marboré, el Lago de Marboré con el pequeño refugio de Tucarroya detrás, Valle de Pineta, Soum de Ramond, etc, etc. Me asomo a ver la Escupidera y el Lago Helado, en fin, fotos y fotos para ver después en casa tranquilamente.

Llega gente por la normal, por la Escupidera, les hacemos fotos, nos hacen a nosotros, pero hace frío, el aire viene pelado y después del disfrute para la vista toca regresar por donde vinimos así que ponemos rumbo al cuello del Perdido nuevamente y esta vez descenderemos el helero por su parte de la izquierda en sentido bajada. La rimaya ha hecho su trabajo y se baja bien, sin pisar nieve, está empinado pero agarra bien la bota en las piedrecillas y cuando llegamos a la parte baja, ya más llana, cruzamos el hielo y nos vamos a subir el Baudrimont NO (3045m) que sin ser difícil sí que tiene una arista afilada que no permite fallos. En la cima unas pocas fotos y vuelta para abajo, el viento arrecia y se está nublando cada vez más. Tanto es así que para cuando llegamos al vivac para recuperar las cosas que dejamos se pone a nevuscar débilmente, no es mucho pero no podemos permitirnos que nos caiga una buena.

Ponemos rumbo hacia la Punta de las Olas y bajamos por la pedrera hasta cruzarnos con la GR y tomar el camino que por la faja nos llevará al Collado de Añisclo nuevamente. Poco antes ha mejorado el tiempo, el viento sopla menos fuerte e incluso hay ratos de sol.

Bajamos y bajamos, es eterno este descenso por lo que pararemos a comer poco antes de internarnos en el bosque y luego, con el piloto automático puesto seguir nuestro descenso solo roto por esos puntos en los que hay que usar las manos para superar algún tramo de rocas algo vertical. Llegamos al coche a eso de las 4 de la tarde, cansados pero contentos, hemos conseguido el objetivo principal que era Monte Perdido y han caído otros tres más. Solo una cosa faltó para que fuera todo perfecto, haber llegado yo con más fuerzas para haber tachado el Soum de Ramond y el Espalda de Esparets, pero bueno, quizás haya que volver en otra ocasión...

Refugio de Pineta, donde dejamos el coche.

Cruzamos el ¿río? Cinca en busca de la GR-11.

 Vistas hacia Pineta en mitad de la subida al Collado de Añisclo.

 Tenemos que rodear esa mole pétrea de enfrente. Una faja ayudará a esta tarea. Arriba aparecen Soum de Ramond, Baudrimonts y Espalda de Esparets.

Vistas hacia el Cañón de Añisclo desde el Collado del mismo nombre.

Balle Berde o Valle de Pineta desde el Collado de Añisclo. Una maravilla de la Naturaleza.

Tramo en el que hay que usar la cadena para sortear esta zona resbaladiza.

Juan Carlos a contraluz en la zona de la cadena. Abajo vemos el Collado de Añisclo de donde venimos.

Otra maravilla, el Cañón de Añisclo. Un tajo en la Tierra abierto por el río Bellós.

Cima de la Punta de las Olas (3002m). Detrás el enorme Soum de Ramond o Pico Añisclo.

Vista al Monte Perdido y la subida al Cuello del Perdido con su nevero.

Punta de las Olas vista desde la cima del Baudrimont SE (3026m).

Mirada a la parte alta de Pineta, el Balcón y más lejos el Lago de Marboré.

Desde la cima del Baudrimont SE. Llanos de La Larri, cresterío Troumouse-Munia...

Cima del Baudrimont SE (3026m) y detrás la subida al Cuello del Perdido.

Una última mirada al Baudrimont SE desde el vivac antes de anochecer.

Amanecer desde el vivac. El día no sale mal del todo, buenas perspectivas.

Nuestro hotelito a casi 3000m. Recogiendo el material de vivac, ¡nos vamos al Perdido!

Juan Carlos llegando al Cuello del Perdido tras nuestro periplo por la orilla izquierda del mismo.

Ya vemos bien cerca la cima, solo queda superar este pedregal por el lomo para llegar a ella.

Cañón de Ordesa, Ibón de Arrablo y a la izquierda el corredor NO al Soum de Ramond.

Vértice geodésico de Monte Perdido (3355m).

La "cordada" en la cima de Monte Perdido junto a una figura de San Jorge y el Dragón (!¡). Detrás asoma el Soum de Ramond.

Astazú Gran, Lago de Marboré, Refugio Tucarroya, Balcón de Pineta, ufff, ¡¡qué vistas!!

No podía faltar una mirada al Cilindro de Marboré, al Lago Chelau del Perdido, al Taillón, Gabietos, Vignemale al fondo...

Los dos cañones que "rajan" el Parque Nacional de Ordesa, el de Añisclo a la izquierda de la foto y el de Ordesa a la derecha. 

Mirada al elegante pico del Soum de Ramond o Pico Añisclo. 

Desde la cima del Baudrimont NO (3046m), mirada a la Punta de las Olas(c) y Baudrimont SE (i).

Vistas a Monte Perdido, a la subida al Cuello(i) y al pico Espalda de Esparets(d), desde la cima del Baudrimont NO.

Cima del Baudrimont NO (3046m). Detrás, Baudrimont SE y Punta de las Olas.

Última mirada atrás, hacia Espalda de Esparets, Lago de Marboré y Balcón de Pineta.


Camino Natural del Embalse de Lanuza (13 de Julio de 2017)

Salida: Sallent de Gállego.
Llegada: Presa de Lanuza.
Tiempo empleado total: Cerca de dos horas ida y vuelta.
Distancia recorrida: Unos 3km de ida y otros tantos de vuelta.
Bibliografía consultada: Web http://www.rutaspirineos.org/

Descarga del track en wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18842148


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Ruta sobre el mapa de IGN.

DESCRIPCIÓN:

Esta ruta no tiene demasiadas dificultades ni técnicas ni de pérdida, es más bien un paseo por la orilla derecha del Embalse de Lanuza. Quien quiera puede volver cruzando la presa al llegar al final de este camino y regresar por la carretera que, pasando por el pueblo de Lanuza, llega de nuevo a Sallent de Gállego. Nosotros preferimos volver por donde vinimos ya que es más cómodo que andar por carretera y más entretenido.

El camino comienza al principio del pueblo de Sallent, junto al puente que cruza desde los Apartamentos Tres Quiñones hacia la calle que baja al centro del pueblo. Allí encontramos un cartel informativo del sendero y nos da información sobre el camino que recorreremos y varias fotos.

Vamos dejando campos de cultivo y descenderemos hacia la orilla por un camino ancho teniendo enfrente el Pico Pazino. Después, no hay más que dejarse llevar disfrutando de las vistas, del bosque por el que transcurre el camino y pararse de vez en cuando en las distintas zonas habilitadas con bancos e incluso con mesas en algunos casos. Uno de los mejores sitios es cuando tenemos un par de bancos que miran hacia el norte, con la Peña Foratata enfrente y Sallent de Gállego a sus pies; un deleite para la vista.

Nosotros llegamos hasta el final del camino al cabo de 3 km donde paramos en unos bancos y mesas donde dimos cuenta de un aperitivo mirando hacia Lanuza. Descartamos la opción de volver por la otra orilla puesto que eso implica salir a la carretera hasta llegar a la pared de la presa, cruzarla y volver a Sallent por la pista asfaltada que pasa por el pueblo de Lanuza. Más aburrido e incómodo a nuestro entender, por lo que desandamos el camino de ida disfrutando de las vistas desde otra perspectiva.

Cartel informativo al principio del camino.

En suave descenso buscando la orilla del embalse. Enfrente, el Pico Pazino.

La vegetación va aumentado conforme nos acercamos al embalse.

La familia caminando plácidamente.

Típica vista de Peña Foratata, Sallent de Gállego y el embalse de Lanuza.

Zoom hacia el pueblo de Lanuza, a la otra orilla de nuestro camino.

Cerca ya del final del camino la vegetación nos rodea exuberante.

Volviendo ya por entre el espeso bosque.

De Oliván a Susín. (11 de Julio de 2017)

Salida: Oliván/Olibán (890m)
Llegada: Susín (1065m)
Desnivel positivo acumulado: 240m
Tiempo empleado total: 2h y 30min. (Incluyendo almuerzo)
Distancia recorrida: 5,500km
Bibliografía: Rutas con niños en el Pirineo Aragonés. Ed. XPLORA.

Descarga el track de wikiloc: https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=18794559



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Ruta vista sobre el mapa del IGN.
DESCRIPCIÓN:

Primera excursión de nuestras cortas vacaciones en el Pirineo. Este año cambiamos de valle y en lugar de tener Jaca como base de operaciones optamos por Búbal, en la Bal de Tena como nuestro punto desde donde nos movimos estos días para nuestras excursiones.

Esta primera ruta unirá los pueblos de Oliván/Olibán y Susín; el primero con una treintena escasa de habitantes y el segundo tristemente despoblado. La última habitante de Susín, Angelines, murió en 2013 y desde entonces varios pobladores de los pueblos cercanos quedan de vez en cuando para ir restaurando Susín y salvarlo de la ruina en la que había empezado a caer.

Dejamos el coche en la pequeña plaza bajo la iglesia de San Martín, en Olibán y desde aquí seguiremos por la calle principal de bajada hasta llegar a un puente donde se podría haber dejado el coche pero hemos venido a andar ¿no?, pues eso. Tras cruzar el puente tomaremos una pista a la derecha que se introduce en el espeso pinar y va haciendo retuertas mientras ganamos altura. Vemos un poste señalizador que nos llevaría a Susín de manera más directa pero los chicos prefieren ir por pista, más tendida, y volver por el sendero, así que lo hacemos de este modo.

Un rato más adelante dejaremos la pista principal, que nos lleva hacia Ainielle y cogemos otra a mano derecha, indicado, que en subida nos irá llevando a Susín. Aquí hay ahora una puerta metálica que prohíbe el paso, imagino que a vehículos, pero nosotros seguimos hasta que llegamos a la Ermita de la Virgen de las Eras, donde tenemos ya a tiro de piedra el despoblado de Susín.

Nos encaminamos a él por un sendero paralelo a muretes de piedra y enseguida vemos la bonita iglesia de Santa Eulalia. Templo típico del románico larredense del siglo X-XI. Una auténtica maravilla arquitectónica como todas las que forman la Ruta de Serrablo. Callejeamos por el despoblado fijándonos en las restauraciones y en lo que todavía queda por hacer hasta que llegamos al final del pueblo y comemos algo en unas escaleras con vistas a un prado y un edificio en ruinas que antaño fue una era.

Tras el almuerzo, tomamos el sendero que lleva hasta la pista del principio disfrutando de un tupido bosque donde aprovechamos la sombra y vamos haciendo planes para la tarde y demás días.

Puente sobre el barranco de Oliván.

Poste señalizador en la pista. Luego bajamos por él.

Enorme ejemplar de roble. Había más en este punto del camino.

Ermita de la Virgen de las Eras, ya cercana a Susín.

Ya llegamos a Susín desde la ermita.

Entramos en Susín con su bonita iglesia como primer edificio.

Iglesia de Santa Eulalia, en Susín.

Rincón en una calle de Susín.

Llegamos al final del pueblo de Susín.

Abajo queda Oliván visto desde Susín.

Tomamos el sendero de vuelta hacia Oliván. A la izquierda se llega a Casbás de Jaca, otro despoblado.

Final de la ruta. De nuevo en Oliván, con su preciosa iglesia de San Martín (Año 1060)